DISEÑO COLABORATIVO DE SERVICIOS PÚBLICOS

 RENOVACIÓN DE LA FLOTA DE CAZAS DE COMBATE DE LAS FUERZAS ARMADAS.

El presente es únicamente un ejercicio teórico, ya que la renovación de cazas de combate en las Fuerzas Armadas es un proceso complejo, sujeto  múltiples variables. 

La primera de ellas es el ineludible paso del tiempo, los F-18 del Ejército del Aire y los cazas Harrier de la Armada, están al final de su ciclo operativo y es necesario plantear su renovación.

La cuestión principal queda por tanto objetivada. Es necesario la renovación de estos sistemas de armas por su obsolescencia y de esta manera cumplir con los objetivos de las defensa nacional y con los compromisos internacionales suscritos por España.   

El proceso debería versar sobre cómo podría de realizarse esta adquisición por parte del Gobierno de España. Los factores principales son los siguientes, necesidades reales, presupuesto, retornos, implicación de los agentes locales, tipo de procedimiento. 

Recientemente se ha publicado en prensa la amplición del techo de gasto del Programa Especial de Armamento del EF-2000 "Typhoon" para permitir la adqusición de 20 cazas de combate que sustituirán a la primera ornada de F-18, que se encuentran al final de su vida operativa.

Los restanes F-18 y en su caso los Harrier de la Armada podrían ser adquiridos de un concurso público restringido a las siguientes empresas de la UE y del ámbito OTAN, solicitándoles que presentaran ofertas para ambos ejércitos. Podría articularse un sistema en el que los implicados pudieran mostrar tanto que cumplen con los requisitos técnicos como los retornos industriales y de colaboración que obtendría España y la industria en la adquisición.

Los factores a tener en cuenta serían el coste de adquisición y el del ciclo de vida del sistema de armas, actulizaciones, soberanía de utilización, retornos industriales y participación de las empresas españolas en la fabricación y apoyo al mantenimiento de las aeronaves.  

Las empresas invitadas serían las siguientes, Boing, Lockheed Martin, Airbus, Saab y Dassault. Las asociaciones participantes eberían incluir las especializadas en el sector de la defensa y las cátedras existentes en diversas universidades españolas, como por ejemplo en la Universidad Complutense.

Además podría abrirse un plazo de participación pública, en el que sin cuestionar la necesidad del gasto y conforme a las directivas de defensa nacional, se permitiera que colectivos, entidades y ciudadanos en general pudieran expresan, de manera fundada, sus preferencias por una u otra oferta delas empresas participantes, sin que se les permitiera a estas últimas fundarasociaciones "ad hoc" o beneficiarse y patrocinar asociaciones  que puedan influir en el proceso de toma de decisión.

Finalmente a travésde un sistema de puntuación predefinido deben baremarse todos los aspecto de la adquisición y con la puntuación final, elegir la mejor oferta.